viernes, 30 de diciembre de 2011

Cerrando el año

Día caluroso, a pesar de estar dando las mínimas de España y bajo cero. Es lo que tiene el sur. 
Espero que no os fuerais a creer que sólo iba a tener Graduation Goggles con Madrid, no señor, en Navidad siempre tengo de casa. Pienso que es la ciudad más bonita del mundo (si pensara en bonica viviría aquí, pero ya no...), en la suerte de tener la Sierra al lado, el aire puro (una mierda pa mí), la gente que me quiere, la cercanía,... claro que luego pasan ciertas cosas que no comentaré y se me quita un poco el ensimismamiento.
El año que se va es de grandes cambios. Ah no, ése es el que comienza. El que se va mi vida ha sido un poquito igual, sólo que ha ido siempre a mejor. Empezó con mucho estrés, muelas rotas, fascitis que aún resurgen cuando me agobio, presiones, miedo, agobios, viajes agotadores, eso sí, todo bien acompañado de buenos compañeros. Luego mejoró, por fin hacía lo que se suponía que debía hacer, salieron buenas oportunidades para el Marommo, parecía que empezábamos a salir, y luego el verano, ¡qué gran verano! De los de cuando era chica, con mucha playa y hasta viajecicos. El último trimestre también trajo cosas buenas, la Misión Imposible de terminar el Máster, las muchas llamadas, algún sustillo, eso sí.
Y finalmente este recorrido por la vida de la Casa Re...mía termina con la pérdida del empleo, la despedida, y la toma de decisiones más difícil en mucho tiempo. Podríamos hablar de jerarquías, de articular... pero me voy a quedar en lo esencial: ha sido un muy buen año, todos los sinsabores amargos han servido para hacerme más fuerte, y me alegro mucho de haberlo compartido con los que lo he compartido.
El 2012 traerá muchas novedades, los años bisiestos siempre parece que deben marcar época y éste seguro que lo hará.

Espero volver a compartirlo con la mayoría de vosotros.
Besos y feliz año.

sábado, 24 de diciembre de 2011

Navidad en casa

Ya estoy en Graná, con la familia y con la gata. El Marommo ya ha partido hacia su propio hogar a pasar Nochebuena.
La verdad que la imagen que aparece nada más llegar por la A-44 es impresionante. La ciudad normal, con sus edificios normales y algunos incluso feos, sus grúas, sus coches, y de fondo la Sierra toda nevada y blanca, reluciente, como diciendo: "hey, que aquí estoy yo y soy impresionante". Me hace pensar que la vida da muchas vueltas y puede que al final acaba en otra ciudad con sierra, en otra ciudad donde la gente esquíe mucho y yo no, o quién sabe, igual termine yo también esquiando, que cuando uno es foráneo la cosa cambia.
Ahora empiezo a tener morriña, de pensar que gente que quiero mucho se va a ir a Madrid cuando yo no esté, y que mi barrio va a dejar de serlo, que ya no me pararán cuando estoy berreando por el teléfono para darme la feliz Navidad, o que en los bares no me dirán "cómo que vienes hoy, si no es martes".
Pero todo cambia, y espero que para bien. La morriña es pasajera, y al final el hogar es donde estás y con quién estás. Después del Erasmus me di cuenta de que mi hogar era Madrid, pero nada es permanente. Hace 9 años no lo imaginaba, quién sabe qué pensaré dentro de otros nueve.
Por ahora os deseo una buena noche, y que os vayáis preparando para el 2012. Todos sabemos que McFly estuvo en 2015, pero por si acaso sí es el fin del mundo, que nos pille bailando ;)

domingo, 18 de diciembre de 2011

Mercados de Navidad en München

A una ciudad así creo que podría acostumbrarme. Con estos colores, a pesar del frío que hiciera que era mucho, la única preocupación que tenía era haber agotado la batería de la cámara y tener sólo estas fotos con el móvil.
Pase lo que pase esta Navidad, y se anuncia movidita, al menos me llevo un buen recuerdo y muchas nuevas experiencias. Entre ellas saber que hay buena gente en cualquier parte y que un circo puede funcionar bien y dar dinero si se gestiona bien.


jueves, 8 de diciembre de 2011

En mi barrio


Un domingo de paseo por Madrid, bueno, es decir, por mi barrio, por Tetuán.
Algunos dicen que ya tengo Graduation Goggles, y es muy posible, pero el caso es que hacía un día maravilloso, y aunque fuera un poco tarde me fui a dar una vuelta, cámara en mano, a ver si conseguía captar al menos un momento inolvidable.
Creo que conseguí más de uno, al menos para mí, incluido el nuevo negocio de Colás en Madrid.
Aquí os dejo el álbum para que lo disfrutéis, o para que me critiquéis, cada uno lo que prefiera.

martes, 6 de diciembre de 2011

Europa

Ver Europa en un mapa más grande

Si tuviera que apostar sobre los sitios posibles en los que puede que viva en, pongamos..., marzo del año que viene, creo que estos serían mis candidatos.
El Google Maps no deja ponderar cada uno de ellos, pero creo que en general el combo Erlangen-Múnich tendrían una ficha de 1000€ (sería un casino europeo, claro), Graz tendría una ficha de 200€, Barcelona una de 50€ y Madrid tendría una ficha de 2€ porque seguramente ante la duda cogería una cosa regularmente menos atractiva.
Andalucía ha desaparecido del mapa, y el País Vasco creo que aunque ofrezcan buen sueldo (la vida también es cara, a ver qué os vais a creer), seguramente pierda frente a la idea de comer salchichas non stop, y sobre todo ante la idea de currar allí para tener que estar yendo día sí o día también a Alemania a tratar con los verdaderos clientes.
También diría que si tengo que apostar, la propabilidad de que sea en algo mecánico es del 15%, de que sea algo de medidas es otro 15% y de que sea finalmente algo de programación un 20% y de que sea de cualquier otra cosa, sobre todo gestión o ingeniería en general, el restante 50%. No es que sea una gran perspectiva, pero no quiero contaros lo que es la probabilidad condicionada de que sea España \ Trenes, que debe ser del 0.01%.
El caso es que estoy contenta. Ayer me dieron la mala noticia de que no me renuevan (ninguna sorpresa, por otro lado), pero creo que no pinta mal. Si mal fuera trabajar diseñando trenes en Antequera, sí, si mal es algo más realista como estar 2 años en paro, pues no. Así que creo que tengo suerte, al final va a ser verdad que ponerme a estudiar alemán con 12 años, cuando el resto de los niños se metían a la academia de inglés, fue una buena elección de mis padres, aunque siempre tendrán el sabor agrio de que fue lo que me alejó de ellos. 
Pero claro, son padres y ya lo saben, antes de que yo echara mi primer currículum ya lo sabían, y sólo rezan para equivocarse y que me surja un milagro en Granada. El resto, es probabilidad.