A todas las amigas que tengo en Graná que se han quedado embarazadas las han echado del trabajo o no les han renovado y la única que no, trabaja en la empresa de su padre, que ya estaría feo.
En Madrid incluso a una en la propia Universidad no le renovaron llevando un mes de baja maternal pero seis años encadenando contratos para el mismo trabajo. Ahí por suerte intervino la justicia, pero la sola idea es para reflexionar muy fuerte.
Ahora que la familia sabe que estoy embarazada preguntan si lo tendré allí porque la sanidad es muy buena (no), si pensamos volver para que los hijos se críen como españoles (no), que aquí pagarán más pero allí se vive mejor (según se mire).
Y no es que no lo pensemos, sobre todo cuando vamos de visita como hace poco en vacaciones, pero claro, luego te empiezan a contar y empiezas a pensar en lo que quieres hacer con tu vida... Todas las antes citadas empezaron a tener hijos en los 30 porque estudiaron e hicieron carrera. Y la carrera se lo agradeció dejándolas en la calle y con apuros.
Así que, teniendo en cuenta que con la tarjeta sanitaria europea casi sólo tienes derecho a urgencias y médico de desplazados, y que no quiero sufrir por mi puesto de trabajo mientras decido cuántos niños tener y los tengo, por ahora puedo asegurar que hablarán alemán bilingüe.
Y Alemania no es el paraíso, aquí echan a los hombres porque su pareja esté embarazada, hasta 8 semanas antes del parto, porque pueden coger lo que quieran de los 14 meses de baja que les dan a ambos progenitores.
Pero es un mal menor con el que podré vivir.
Porque viendo la realidad se me quitan las ganas de volver.
En Madrid incluso a una en la propia Universidad no le renovaron llevando un mes de baja maternal pero seis años encadenando contratos para el mismo trabajo. Ahí por suerte intervino la justicia, pero la sola idea es para reflexionar muy fuerte.
Ahora que la familia sabe que estoy embarazada preguntan si lo tendré allí porque la sanidad es muy buena (no), si pensamos volver para que los hijos se críen como españoles (no), que aquí pagarán más pero allí se vive mejor (según se mire).
Y no es que no lo pensemos, sobre todo cuando vamos de visita como hace poco en vacaciones, pero claro, luego te empiezan a contar y empiezas a pensar en lo que quieres hacer con tu vida... Todas las antes citadas empezaron a tener hijos en los 30 porque estudiaron e hicieron carrera. Y la carrera se lo agradeció dejándolas en la calle y con apuros.
Así que, teniendo en cuenta que con la tarjeta sanitaria europea casi sólo tienes derecho a urgencias y médico de desplazados, y que no quiero sufrir por mi puesto de trabajo mientras decido cuántos niños tener y los tengo, por ahora puedo asegurar que hablarán alemán bilingüe.
Y Alemania no es el paraíso, aquí echan a los hombres porque su pareja esté embarazada, hasta 8 semanas antes del parto, porque pueden coger lo que quieran de los 14 meses de baja que les dan a ambos progenitores.
Pero es un mal menor con el que podré vivir.
Porque viendo la realidad se me quitan las ganas de volver.